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HISTORIA Y VALORES

El Observatorio Permanente de los Bienes Eclesiásticos es el fruto maduro de más de 25 años de experiencia en la gestión y administración de entidades relacionadas con los fines de la Iglesia, entidades pertenecientes a la Iglesia y asesoría a favor de entidades religiosas y eclesiásticas. Lo funda Antonio Sánchez Fraga, economista, licenciado en derecho canónico con máster y formación específica en el sector y, como agradecimiento por todo lo aprendido a lo largo de su trayectoria educativa y profesional, ahora desea poner a disposición de todo el mundo los frutos de su experiencia acumulada en todos estos años, en un intento de poner fin a las controversias suscitadas en las últimas décadas por la falta de conocimiento, la incompetencia y una grave ausencia de colegialidad en la toma de decisiones relativas a estos bienes específicos.

El Observatorio Permanente de los Bienes Eclesiásticos nace de la toma de conciencia del hecho de que una estrategia patrimonial orientada a la buena gestión de los recursos de la Iglesia facilita, apoya, ayuda y refuerza la misión evangelizadora. Una correcta administración no contradice el deseo del Papa Francisco de una Iglesia pobre para los pobres, sino que, por el contrario, favorece la asistencia a los más necesitados, combatiendo las múltiples formas de pobreza que existen actualmente.

El Observatorio Permanente de los Bienes Eclesiásticos da sus primeros pasos a finales de 2019, pero es justamente durante la pandemia cuando los principios inspiradores toman forma y se materializan, en septiembre de 2020, gracias al lanzamiento de su página web, su presencia en redes sociales y una primera campaña de comunicaciones escritas. De la fase inicial se ocupó D. Antonio Sánchez Fraga, si bien pronto se sumaron las aportaciones del abogado del Colegio de Madrid D. Luca Antonietti y de D.ª Pamela Giusto, quienes actualmente forman parte del equipo del Observatorio. Pikta studio también ha sido una pieza fundamental del engranaje, ya que intervino de manera crucial en la creación del logotipo y en la definición de la estrategia de comunicación, para permitir a los visitantes estar siempre al día y en constante y mutua escucha con el mundo.

Somos un grupo de personas motivadas que, como fieles laicos, nos sentimos corresponsables de contribuir en la difusión de la misión. El equipo está abierto a colaboraciones, respondiendo así a la llamada del Papa Francisco de expresarse con una creatividad cristiana coherente que se convierte en una iniciativa de servicio abierta a todos.

«EXPERIENCIA CONSOLIDADA, COMPETENCIAS PROFESIONALES INTERNACIONALES, ESPÍRITU DE SERVICIO, INTERDISCIPLINARIEDAD, TRANSPARENCIA, RESPONSABILIDAD, MOTIVACIÓN»